Detalles, Ficción y evangelio del 25 de febrero 2024
Nosotros tenemos en la experiencia de Jesucristo un tesoro que sacia nuestra hambre y nuestra sed. Estamos llamados a compartirlo con generosidad y alegría.A posteriori de purificar a los hombres por la cruz de su Hijo, de prepararlos como odres nuevos, Dios los hace partícipes de su misma Vida.30Entonces aparecerá en el gloria el signo del Hijo